Así es cómo puedes obtener colágeno natural para lucir piel de porcelana y mejorar tu salud

Sigue leyendo para descubrir cómo aprovechar el colágeno de los alimentos para aumentar nuestra calidad de vida

La elasticidad de la piel, el funcionamiento y mantenimiento de los huesos, tendones, órganos, son responsabilidad del colágeno, nuestro cuerpo lo produce de forma natural, pero con el paso de los años, este deja de estar tan presente en nuestro organismo como debería de, por eso es importante mantener una dieta balanceado y consumir alimentos ricos en colágeno que le den a nuestra salud esa ayudita extra que necesita para vernos y sentirnos bien.

Si hay algo sobre lo que no tenemos control es el paso del tiempo y cómo va moldeando nuestro cuerpo, por supuesto que envejecer es lo más natural que nos puede pasar, pero eso no quiere decir que debemos dejar de cuidarnos, no solo por vanidad, también para mantener nuestro cuerpo en su mejor estado.

Por esto es tan importante el consumo de vitaminas y suplementos que nutran a nuestro organismos de las proteínas que ha dejado de producir, como el colágeno.

¿Por qué consumir Colágeno?

Esta proteína es la encargada de:

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Si quieres tener una piel lisa y sin arrugas en los ojos, toma nota de este aceite que te ayudará a olvidarte de las líneas de expresión.

Apariencia y elasticidad de la piel, eliminando la presencia de estrías.
Salud de uñas y cabello.
Reduce líneas de expresión y evita que aparezcan prematuramente.
Mejora la circulación, disminuyendo la celulitis y la presión arterial.

¿Dónde lo puedo encontrar?

En alimentos como carne roja, carne blanca, huevos, alga espirulina, gelatina y sus derivados.
En suplementos fabricados a partir de huesos o cartílagos de vaca, res o pollo.

¿Cómo saber si mi cuerpo necesita colágeno?

Lo recomendable es iniciar a consumir suplementos de colágeno a partir de los 25 años que nuestro cuerpo deja de producirlo de forma natural, pero algunos indicios de que su ausencia en nuestro cuerpo son:

Falta de elasticidad en la piel y flacidez.
Deshidratación y adelgazamiento de la piel.
Pérdida de cabello o disminución de grosor.
Presencia de arrugas y líneas de expresión.
Debilidad en huesos o articulaciones.

Hay distintas formas de darle colágeno a nuestro cuerpo, pero las principales son en forma de alimento o mascarillas que puedes aplicar directamente sobre la cara, cuerpo, cabello y uñas. Ya sea de la manera que prefieras, recuerda complementarlo con ejercicio y una dieta saludable.