El ingrediente que debe tener tu crema de manos para hidratar la piel y eliminar manchas

Además de la cara y cuello, las manos son uno de las partes del cuerpo que suele develar la edad pero a menudo olvidamos de cuidarlas. El contacto constante con productos agresivos para limpieza, lavado excesivo y exposición al sol sin protección puede llegar a resecar y generar manchas en las manos. A parte de evitar en la medida de lo posible estas prácticas, hay una solución si es que ya tienes tus manos dañadas, sólo debes poner este ingrediente en tu crema: el ácido glicólico.

¿Qué es el ácido glicólico y qué beneficios tiene para las manos?

El ácido glicólico es un tipo de ácido alfa hidroxiácido (AHA) derivado de la caña de azúcar, es conocido por su capacidad para exfoliar suavemente la piel, además de ser eficaz en la renovación celular, lo que lo convierte en un aliado potente para combatir los signos del envejecimiento y las manchas cutáneas.

Al igual que en la piel facial, el ácido glicólico puede ofrecer una serie de beneficios para la piel de las manos, su acción exfoliante puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel, revelando una apariencia más suave y luminosa. Además, el ácido glicólico estimula la producción de colágeno y elastina, lo que ayuda a reducir la apariencia de arrugas y líneas finas en las manos, dejándolas con un aspecto más juvenil y tonificado.

¿Cómo incorporar el ácido glicólico a tu crema de manos?

Integrar el ácido glicólico en tu rutina de cuidado de manos es sencillo. Solo necesitas agregar unas gotas de un suero o solución de ácido glicólico a tu crema de manos habitual. Mezcla bien y aplica la crema en tus manos limpias y secas, asegurándote de cubrir toda la superficie de la piel. Es importante que comiences con una concentración baja de ácido glicólico, especialmente si es la primera vez que lo utilizas, para evitar irritaciones.

Recomendaciones adicionales

Para obtener los mejores resultados de unas manos rejuvenecidas se recomienda utilizar el ácido glicólico en tus manos preferiblemente por la noche, ya que puede aumentar la sensibilidad de la piel al sol. Además, es fundamental complementar su uso con protector solar durante el día para proteger la piel recién exfoliada de los daños causados por los rayos UV. Te sugerimos comenzar con una frecuencia de aplicación de una o dos veces por semana y ajustar según la tolerancia de tu piel.