Mascarilla casera con aceite de oliva y bicarbonato para rejuvenecer el rostro

Al combinar estos ingredientes no solo estamos optando por una solución más económica, sino que también se aprovecha el poder de la naturaleza.

Mascarilla casera con aceite de oliva y bicarbonato para rejuvenecer el rostro

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Las arrugas y las líneas de expresión suelen ser la principal preocupación de las pieles maduras. Con el paso del tiempo, experimenta una disminución en la producción de colágeno y en su capacidad de regeneración, lo que conduce a una mayor sequedad y a la formación de estos signos de envejecimiento, exacerbados por la memoria muscular.

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Este aceite es un verdadero aliado para tu piel. Fuente: Archivo Panorama.

Ante esto, muchas personas se vuelcan a las soluciones estéticas para rejuvenecerla y muchas veces el costo de cada tratamiento es un impedimento, Por fortuna, existen diferentes trucos caseros que son igual de efectivos como por ejemplo esta mezcla de ingredientes que seguramente tienes en la alacena de tu cocina: aceite de oliva y bicarbonato de sodio.

Solamente eso vas a necesitar para crear esta mascarilla facial con la que podrás recuperar tu piel para que nuevamente luzca radiante gracias a los beneficios de estos productos ya que son aliados poderoso en el cuidado de la piel teniendo en cuenta que contienen antioxidantes, ácidos grasos esenciales y vitaminas, que eliminarán a la vez los poros obstruidos y acné.

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Ingredientes

  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de bicarbonato de sodio

Preparación

  • En un recipiente pequeño, mezcla el aceite de oliva y el bicarbonato de sodio hasta obtener una pasta uniforme.
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El bicarbonato equilibra el pH de la piel ayuda a mantenerla en óptimas condiciones. Fuente: Archivo Panorama.

Aplicación

  • Lava tu cara con agua tibia y sécala suavemente con una toalla.
  • Aplícala uniformemente sobre la piel limpia y seca, evitando el contorno de los ojos.
  • Deja actuar durante 10-15 minutos para permitir que la mascarilla actúe en la piel.
  • Enjuaga con agua tibia y seca dando golpecitos suaves con una toalla.
  • Por último aplica tu crema hidratante habitual para sellar la humedad en la piel.

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