Las pieles sensibles, como su nombre indica, son de las más delicadas de tratar, pues hay que estar probando muchos productos hasta encontrar los más ideales para la piel, y esto aplica no solo en maquillaje y skincare, sino también para la limpieza de impurezas. La piel sensible además de lucir un poco enrojecida por el simple tacto o aplicar crema hidratante, también puede llegar a presentar impurezas como poros dilatados, puntos negros o blancos debido a la acumulación de células muertas. A diferencia de otros tipos de piel, es más difícil usar los mismos productos a la hora de eliminar esa textura desigual pues a pesar se utilizar productos de calidad y no comedogénicos se puede presentar irritación y malestar. Además de acudir a tu dermatólogo y seguir sus indicaciones para el cuidado de tu piel, puedes incluir algunos trucos naturales que pueden ayudar a eliminar las células muertas de manera suave y sin lastimar tu piel como lo harían los exfoliantes tradicionales o químicos. El aceite de oliva es uno de los productos naturales más versátiles tanto en la cocina como en el mundo de la belleza. Además es rico en nutrientes y antioxidantes que ayudan a mejorar el aspecto de la piel a nivel interno y externo. Para usarlo como exfoliante solo tienes que colocar un poco en una almohadilla de algodón y pasarla por tu piel como si la estuvieras desmaquillante. Este proceso ayudará a eliminar la suciedad e impurezas acumuladas en tu rostro de una manera suave y sin estresar la piel. También puedes aplicar unas gotas directas en tu rostro y dar masajes ligeros con los dedos si te llega a irritan los discos de algodón. El café es conocido por sus propiedades antioxidantes que ayudan a nutrir la piel y prevenir el envejecimiento. Además al usarse como exfoliante ayuda a reactivar la circulación para ayudar a que las células de piel se regeneren y hasta ayudar a aclarar tono disparejo. Para usar el café en la piel sensible puedes combinar una cucharadita de este rico ingrediente con una cucharada de aceite de oliva o aceite de vitamina e y pasarlo por las áreas de tu rostro que luzcan rugosas, tono desigual y textura porosa con movimientos circulares. Utílizalo mínimo cada 15 días. Una forma más sencilla de deshacerte de las impurezas en durante tu rutina de limpieza, pues si tienen algún producto de limpieza específico para la piel sensible, solo es cuestión de agregar un pequeño accesorio: una esponja suave. Con la ayuda de esta esponja podrás “tallar” suavemente las zonas donde más se acumule la suciedad e impurezas sin la necesidad de agregar un producto extra que puedar causarte irritación. Esto podrías hacerlo cada quince días y será suficiente para mantener una piel limpia y de porcelana.