El cabello graso y el frizz son dos problemas comunes que afectan a muchas mujeres. A menudo, buscamos soluciones rápidas en productos caros, pero rara vez nos detenemos a pensar en los malos hábitos diarios que podrían estar causando estos problemas. ¿Sabías que el uso excesivo de herramientas de calor o incluso tocar demasiado tu cabello puede empeorar la situación? En esta nota, te contamos cuáles son esos hábitos que provocan que tu melena luzca grasa y con frizz, y cómo puedes evitarlos para tener un cabello más saludable y manejable. Si te has dado cuenta de que tu cabello se engrasa con facilidad y que no puedes controlar el frizz, es muy probable que ciertos hábitos estén afectando su salud. Muchas veces, sin darnos cuenta, adoptamos costumbres que dañan la textura de nuestro cabello y alteran su equilibrio natural. Hábitos que están dañando tu cabello sin que lo sepas Si te has dado cuenta de que tu cabello se engrasa con facilidad y que no puedes controlar el frizz, es muy probable que ciertos hábitos estén afectando su salud. Muchas veces, sin darnos cuenta, adoptamos costumbres que dañan la textura de nuestro cabello y alteran su equilibrio natural. Uno de los errores más comunes que muchas mujeres cometen es lavar su cabello con demasiada frecuencia. Aunque puede parecer lógico lavar el cabello todos los días para combatir la grasa, esto en realidad desequilibra el cuero cabelludo. Al lavar el cabello demasiado, eliminamos los aceites naturales que el cuero cabelludo produce para protegerse, lo que hace que el organismo reaccione produciendo más grasa de la necesaria. ¿La solución? Lávate el cabello de 2 a 3 veces por semana con un champú suave y libre de sulfatos. Si sientes que tu melena necesita refrescarse entre lavados, opta por un champú seco. El uso excesivo de secadores, planchas y rizadores puede dejar el cabello seco y propenso al frizz. El calor extremo daña la cutícula del cabello, dejándola áspera y quebradiza, lo que facilita la aparición del frizz. Además, cuando el cabello está dañado, tiende a absorber más humedad del ambiente, lo que empeora el frizz. Limita el uso de herramientas de calor y cuando lo hagas, aplica un buen protector térmico para minimizar los daños. Deja que tu cabello se seque al aire siempre que sea posible y opta por peinados naturales. Cepillar el cabello ayuda a distribuir los aceites naturales desde el cuero cabelludo hacia las puntas, lo que es beneficioso en cierta medida. Sin embargo, el cepillado excesivo puede hacer que el cabello se vuelva grasoso más rápido, además de causar fricción que genera frizz. Usa un cepillo adecuado para tu tipo de cabello y cepíllalo suavemente, una o dos veces al día. Para el frizz, utiliza un peine de dientes anchos o un cepillo de cerdas naturales, que son más suaves y menos propensos a causar estática. El cuidado nocturno es fundamental para mantener el cabello en buen estado. A veces, el simple hecho de dormir sobre una almohada de algodón puede causar frizz debido a la fricción que se genera entre tu cabello y la funda. Además, dormir con el cabello suelto puede hacer que se enrede y se engrase más fácilmente. Invierte en una funda de almohada de satén o seda, que es mucho más suave para el cabello. También es recomendable dormir con el cabello recogido en una trenza o un moño suelto para evitar los nudos y el exceso de grasa.