¿Qué le pasa a tu piel cuando dejas de consumir sal?

Los estragos del consumo de sal en tu piel van más allá de lucir hinchada por la retención de líquidos.

Efectos nocivos de la sal en la piel FOTO: adobe

Compartir este artículo

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

La sal es uno de los ingredientes de cocina que no puede faltar el cualquier mesa mexicana, pues es lo que muchas veces es el complemento perfecto para darle sabor a cualquier platillo.

Pero lamentablemente cuando la consumimos en exceso puede causar serios estragos en nuestra apariencia que van desde algo simple como la conocida hinchazón o retención de líquidos, hasta dañar seriamente salud de la piel y órganos internos como el envejecimiento prematuro, e incluso, hasta problemas cardiovasculares.

Así que si buscabas pretextos para dejar de condimentar tu comida con sal, aquí te contamos qué le pasaría a tu piel cuando reduces su consumo y cómo lograrlo.

Publicidad

Comer sal FOTO: freepik

¿Qué le hace la sal a la piel?

El consumo excesivo de sal puede ser un gran enemigo para tu piel. Si alguna vez te has despertado con el rostro hinchado o con ojeras más pronunciadas de lo normal, puede que la sal tenga algo que ver. Esto sucede porque el exceso de sodio en tu cuerpo retiene líquidos, lo que causa hinchazón, especialmente en el área de los ojos.

Además, el consumo de mucha sal en la piel puede hacer que tu cutis luzca más apagado y seco. Esto ocurre porque el sodio extrae el agua de tus células, deshidratando la piel y dejándola más propensa a la aparición de arrugas prematuras.

Pero eso no es todo, también puede influir en la aparición de brotes de acné. Los altos niveles de sodio pueden aumentar la producción de grasa en la piel, lo que combinado con la falta de hidratación, es la receta perfecta para los granitos no deseados.

Publicidad

¿Qué pasa si consumes mucha sal?

Cuando comes demasiada sal, tu cuerpo comienza a trabajar de más para intentar procesarla. El exceso de sodio hace que tus riñones no puedan eliminar el agua extra, lo que se traduce en retención de líquidos. Esto no solo afecta a tu piel, sino que también puede causar aumento de peso, hinchazón en el cuerpo y hasta problemas renales.

Arrugas y flacidez en la piel FOTO: Freepik

¿Por qué mi cuerpo me pide sal?

Es súper común que, de repente, te den ganas de comer algo salado, pero esto puede ser una señal de que tu cuerpo está deshidratado o que tienes un desbalance de electrolitos. Cuando esto pasa, es importante que no te excedas con la sal y optes por alternativas más saludables, como el agua de coco o alimentos ricos en potasio que pueden ayudarte a equilibrar esos niveles.

Ojeras y bolsas en los ojos FOTO: adobe

Propiedades de la sal que afectan la salud de la piel

Ya sabemos que el exceso de sal es malo, pero ¿qué propiedades de la sal afectan directamente la salud de la piel? La sal contiene sodio, un mineral que es esencial para el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Sin embargo, cuando consumes más sodio del necesario, tu piel paga el precio.

Publicidad

Uno de los mayores efectos es la deshidratación de la piel. Como mencioné antes, el sodio extrae agua de las células, lo que provoca que la piel se seque más rápido. Y no solo eso, el sodio también está relacionado con procesos inflamatorios que pueden empeorar condiciones cutáneas como el acné o el eczema.

Eccema FOTO: adobe

Beneficios de la sal en cantidades moderadas

No todo es malo cuando hablamos de sal, pues cuando solo las consumimos en cantidades moderadas, la sal tiene beneficios importantes para el cuerpo. Ayuda a mantener el equilibrio adecuado de los líquidos corporales y es esencial para la contracción y relajación muscular. De hecho, pequeñas cantidades de sal pueden mejorar el funcionamiento de tus nervios y músculos, y hasta pueden mejorar la hidratación interna cuando se usa correctamente.

Además, hay momentos en los que tu piel puede beneficiarse de la sal de manera tópica. Los exfoliantes a base de sal, por ejemplo, son excelentes para eliminar las células muertas y dejar tu piel más suave y radiante. Pero, ¡ojo! Solo estamos hablando de usos externos, nada de abusar en la dieta.

Labios resecos FOTO: adobe

¿Cómo comenzar a disminuir el consumo de sal?

Si después de todo esto ya estás lista para reducir tu consumo de sal (y darle un respiro a tu piel), aquí te van algunos tips súper fáciles para lograrlo sin sufrir demasiado:

Prueba alternativas

En lugar de echarle sal a todo, experimenta con especias y hierbas. ¡La cúrcuma, el ajo y el romero le dan un sabor increíble a tus comidas sin la necesidad de sal!

Lee las etiquetas

Muchos alimentos procesados tienen altísimos niveles de sodio. Aprende a leer las etiquetas y opta por opciones bajas en sal.

Evita el salero en la mesa

A veces añadimos sal sin pensar, incluso antes de probar la comida. Mantén el salero fuera de tu alcance y acostúmbrate a disfrutar los sabores naturales.

Bebe más agua

Mantenerte hidratada es esencial para ayudar a tu cuerpo a eliminar el exceso de sodio y mantener tu piel saludable.

Hazlo gradual

No tienes que eliminar la sal de golpe. Ve disminuyendo poco a poco la cantidad que usas, tu paladar se acostumbrará y tu piel te lo agradecerá.

Temas relacionados

Roxette Ramírez

Soy profesional de la comunicación, especializada en imagen y estilismo de moda. He trabajado como periodista y content manager en temas de actualidad, moda y estilo de vida.

Publicidad

Publicidad

Publicidad