Harvard revela el alimento y hábito que debes dejar para prevenir la diabetes tipo 2

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Redacción Panorama

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Publicado: 9/3/2025 · 2:00 p.m. MX | Actualizado: 9/3/2025 · 2:00 p.m. MX

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo puede provocar daños en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones, los nervios y hasta la muerte. Existen diferentes tipos, pero la más común es la Diabetes Tipo 2. Si bien existe producción de insulina, esta es insuficiente y la misma actúa de forma incorrecta, de modo que el ingreso de la glucosa a las células, se ve dificultado.

Si bien suele comenzar después de los 40 años, la enfermedad se observa en forma cada vez más frecuente en personas más jóvenes. Se asocia a sobrepeso, alimentación inadecuada, falta de actividad física y antecedentes familiares. Según la Secretaría de Salud, en la actualidad hay cerca 13 millones de mexicanos que la padecen y un estudio del Departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard reveló la importancia de reducir el hierro hemo.

Lo podemos encontrar en alimentos de origen animal, como vísceras (especialmente en el hígado), carne de ternera, pollo y pescado, por lo que disminuir su consumo podría ser un factor determinante para prevenir la afección. La investigación tomó datos de más de 200 mil personas y midió el hierro de sus dietas, el cual se divide en dos tipos: el hemo y el no hemo que se encuentra en productos de origen vegetal.

El estudio encontró una relación alarmante entre las personas que tenían más presencia de hierro hemo en su dieta regular, aumentando un 26% la probabilidad de padecer diabetes tipo 2, en comparación con aquellos que casi no lo consumían.

Síntomas

Los síntomas de la diabetes tipo 2 suelen desarrollarse lentamente. De hecho, puedes tener diabetes tipo 2 durante años sin saberlo. Cuando hay síntomas, estos pueden comprender los siguientes:

• Aumento de la sed.
• Micción frecuente.
• Aumento del hambre.
• Pérdida de peso involuntaria.
• Cansancio.
• Visión borrosa.
• Llagas de cicatrización lenta.
• Infecciones frecuentes.
• Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies.
• Zonas de piel oscurecida, por lo general en axilas y cuello.

Redacción Panorama