3 secretos que los viveros no quieren que sepas sobre plantas y suculentas

¡No dejes que las apariencias te engañen!

Cuando visitamos un vivero abundan las plantas verdes, flores llenas de colores y arbustos impresionantes, pero después de que los llevamos a nuestras casas suelen marchitarse o morir, ¿por qué pasa esto? y ¿por qué las plantas siempre se ven perfectas antes de comprarlas?

La mayoría de los viveros suelen tener equipos y rutinas de cuidados muy específicas para sus plantas para que siempre luzcan en perfecto estado, pero cuando las llevamos a casa pierden todo su esplendor y su encanto porque interrumpimos su ciclo de crecimiento.

Acá te explicamos los tres secretos que los viveros no quieren que te enteres sobre las plantas y sus cuidados.

¿Cómo cuidar tu planta después de comprarla?

Adaptación

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Después de comprar una planta y llevarla a casa, esta debe pasar por un proceso de adaptación. Este consiste en dejarla una semana en condiciones similares a las del lugar en el que se compró, por lo general suelen estar expuestas a la luz, pero no de manera directa y son regadas con frecuencia y con la abundancia necesaria.

Los viveros no exponen al sol, la lluvia o riegos descontrolados a las plantas, así que deberás mantenerla en condiciones similares por una semana e irle variando poco a poco cada ocho días.

Trasplantar

Cuando nos llevamos nuestra planta a casa solemos dejarla en la misma maceta con la que la compramos y este es un grave error, pues la mayoría de los viveros no invierten en estos recipientes y dejan que se desarrollen en espacios muy pequeños.

Así que no olvides cambiar de maceta a la tuya. Verás que en cuestión de semanas comenzará a crecer.

Fertilizantes

Por último, las plantas de los viveros están acostumbradas a los ciclos de fertilizantes, por lo que tendrás que aplicar rigurosamente sus nutrientes, de otra forma se podrían estresar y posiblemente morirán o se debilitarán.

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