¿Cómo saber si mi Corona de Cristo se quemó? 4 pasos sencillos para protegerla del sol en verano

Descubre la manera de prevenir que tus suculentas se quemen con la ola de calor.

¿Tienes una Corona de Cristo que puede haberse quemado? En verano, es muy importante que extremes los cuidados con tu suculenta, también conocida como Euphorbia milii, pues aunque es una planta que soporta el clima cálido, si está expuesta por un largo periodo de tiempo a la luz directa del sol, puede sufrir graves quemaduras que ponen en serio riesgo su vida. Por esa razón, en Panorama te compartimos 4 sencillos pasos para proteger a tu Corona de Cristo del sol, en esta temporada de calor.

¿Cómo saber si mi Corona de Cristo se quemó con el sol del verano?

Cambian de color

Cuando tu Corona de Cristo está acostumbrada a vivir en interior y la sacas a tomar el sol de verano con la esperanza de que explote de flores, sucede que puede sufrir quemaduras por falta de costumbre. Si bien es cierto que estas plantas requieren de mucha luz solar para llenarse de flores, también es necesario que lo hagas poco a poco. Si tu suculenta se ha quemado, comenzarás a nota que sus hojas cambian de color, es decir, dejarán de lucir verdes y comenzarán a verse blancas, amarillas o marrones.

Manchas o decoloración

Si notas que en las hojas de tu suculenta comienza a mostrar manchas o decoloración, es probable que la hayas dejado mucho tiempo bajo los rayos del sol directo y esto le haya causado quemaduras.

Hojas marchitas o arrugadas

Otra consecuencia de dejar tu Corona de Cristo bajo el sol de verano es que sus hojas pueden comenzar a marchitarse debido a la deshidratación

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4 pasos sencillos para proteger a la Euphorbia milii del sol en verano

Paso #1

Puedes poner a tu Corona de Cristo a tomar sol en las primeras horas del día, pero después de mediodía, tu planta deberá de recibir luz solar indirecta. Puedes ponerla detrás de una ventana o cerca de un domo en interiores y, si la dejas en exterior, ponla bajo la sombra de un árbol o un toldo.

Paso #2

Evita tocar las hojas de tus plantas con las manos, pues corres el riesgo de quitarles la pruina, una capa blanquecina que la planta produce naturalmente y que le sirve como bloqueador solar.

Paso #3

Procura regar a tus suculentas en las primeras horas del día y evita a toda costa mojar sus hojas, pues si alguna gota llega a quedar en una hoja, cuando la saques al sol, la gota hará el efecto lupa, que provocará quemaduras graves.

Paso #4

Asegúrate de que el sustrato de tu Corona de Cristo esté bien hidratado y de que tenga un excelente drenaje, pues aunque las suculentas requieren de un poco más de agua durante el verano, recuerda que no les gustan los encharcamientos. Riega tu suculenta una vez por semana, pues el exceso de agua podría provocar que sus raíces comenzarán a pudrirse, lo que terminará por matarla.

Afortunadamente, la Corona de Cristo es una suculenta que es muy resistente al sol y, si quieres sacarla a que tome el sol para que explote de flores, se acostumbrará muy rápido. Simplemente cuida que tome el sol, al menos 5 horas, durante la mañana. Después, búscale una sombra agradable, para que pase la tarde.

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