¿Cómo usar las semillas de sandía para bajar de peso sin hacer ejercicio?

La sandía es una de las frutas de temporada y sin duda suma muchos beneficios al cuerpo humano. Sin embargo, cada que comemos sandía lo que hacemos es tirar las semillas que tienen, puesto que pensamos que no se comen y que son malas para nuestra salud, pero hemos estado equivocados, ya que sus beneficios son notables.

Y es que aunque no lo creas, las semillas de la sandía son bastante buenas, pues contienen Omega-6, vitaminas del complejo B, aminoácidos y ácido fólico, por lo que puedes incluirlas en tu dieta y hacerlas una base importante, ya que tienen efectos antioxidantes y ayudan a muchas células del organismo.

Principales beneficios de las semillas de sandía

Entre los dos beneficios principales de las semillas de sandía está que estimulan la salud digestiva y ayudan al control de peso, por lo que son grandes aliadas si estás en una dieta y si tu intención es bajar de peso, aunque no hagas mucha actividad física, ya sea por tiempo o porque de plano esta parte no es lo tuyo.

Debido a que tienen mucha fibra, lo que hacen es que mantienen que tu sistema digestivo sea muy activo, pero descuida, pues esto no significa que vas a ir al baño a cada rato, sino que ayudarán a limpiar tu estómago e intestinos para una correcta digestión y no te sientas pesado o te inflames.

De la misma forma, así como la fibra, también tienen proteínas y grasas saludables, por lo que ayudan a que te sientas lleno y satisfecho, así que son un snack increíble para que acompañes la dieta y entonces puedas comer saludable, mucho mejor y tengas esa sensación se saciedad.

¿Cómo cocinar las semillas de sandía?

Una de las formas más tradicionales es asadas o tostadas. Primero debes lavar las semillas y secarlas bien. Una vez hecho ese paso, deberás meterlas al horno para que se doren. Puedes añadir un poco de sal para el sabor.

Combinarlas con licuados es otra opción, ya que puedes echarlas directamente a la licuadora y entonces aumentarás el valor nutricional. Además, las puedes usar como complementos en ensaladas o sopas, como el caso de cremas. En un té también tienen uso, pues deberás triturarlas y luego las metes al agua y endulzar al gusto.