Mascarilla con 2 ingredientes de cocina para rejuvenecer la piel después de los 40

La piel es el órgano más extenso y también el más expuesto. Por esta razón, su cuidado es indispensable para que se mantenga en buenas condiciones y si bien en el mercado hay infinitos productos cosméticos que prometen tenerla radiante, la mayoría cuentan con ingredientes químicos que terminan siendo agresivos.

Por ese motivo, muchas personas buscan aumentar los niveles de colágeno con distintas mascarillas naturales, ya que es una alternativa efectiva, pero principalmente segura para purificar, regenerar y mejorar el estado de salud de la piel. En ese caso, te enseñaremos a preparar una de café y miel ideal para pieles de 40 años y más.

Ambos ingredientes tienen muchos beneficios y por eso es efectiva. El café, por ejemplo, actúa como un exfoliante natural, ayudando a eliminar las células muertas de la piel, y contiene antioxidantes que pueden ayudar a combatir los signos del envejecimiento.

La miel, en tanto, es un humectante natural que ayuda a retener la humedad en la piel y ayuda a limpiar y proteger la piel de infecciones. Lo ideal es usarla una o dos veces por semana y te aconsejamos que antes de aplicar, realiza una prueba en una pequeña área de tu piel para asegurarte de que no tienes ninguna reacción alérgica. A continuación, toma nota del paso a paso.

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Ingredientes

• 1 cucharada de café molido (preferiblemente orgánico)
• 1 cucharada de miel (preferiblemente orgánica)

Preparación

1. En un recipiente pequeño, mezcla una cucharada de café molido con una cucharada de miel.
2. Asegúrate de combinar bien ambos ingredientes hasta obtener una pasta homogénea.

Modo de uso

• Lava tu rostro con agua tibia y sécalo suavemente.
• Aplica la mezcla de café y miel en tu rostro con movimientos circulares, evitando el área de los ojos.
• Deja actuar la mascarilla durante 10-15 minutos.
• Enjuaga tu rostro con agua tibia, masajeando suavemente para exfoliar la piel.
• Sécate la cara con una toalla limpia y aplica tu crema hidratante habitual.