¿Alguna vez te has preguntado cuál es el secreto de las plantas de interior exuberantes que tenían nuestras abuelas? El truco no está en costosos fertilizantes comerciales, sino en simples ingredientes caseros que ellas usaban para crear abonos naturales. A lo largo de los años, sus plantas florecían con una vitalidad envidiable gracias a estos preparados. Hoy te contaré cómo puedes replicar ese mismo abono casero para revivir tus plantas de interior y hacer que luzcan radiantes otra vez. Las abuelas siempre sabían sacar lo mejor de lo que tenían a mano. Los restos de cocina y materiales orgánicos se convertían en un elixir para sus plantas. Algunos de los ingredientes más comunes que usaban eran cáscaras de huevo, café molido, cáscaras de plátano y cenizas de madera. Todos estos elementos contienen nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. Preparar este abono es muy sencillo. Toma las cáscaras de huevo, sécalas y tritúralas hasta obtener un polvo fino. Haz lo mismo con las cáscaras de plátano, ya sea secándolas al sol o en el horno a baja temperatura. El café molido, si es fresco, simplemente lo puedes esparcir directamente sobre el suelo de la planta. Las cenizas deben ser de madera no tratada y pueden agregarse en pequeñas cantidades para no alterar demasiado el pH. Mezcla todos estos ingredientes y espárcelos sobre la tierra alrededor de tus plantas de interior. Asegúrate de regarlas bien para que los nutrientes penetren en las raíces. Este abono es suave, por lo que no quemará las plantas, pero es poderoso y verás los resultados en pocas semanas. Así como las abuelas sabían cuidar de sus plantas con amor y paciencia, este abono casero funciona mejor cuando también prestas atención a las necesidades individuales de tus plantas. Ajusta la cantidad de ingredientes según la planta y el estado de su suelo, y pronto verás cómo reviven, luciendo tan hermosas como en los jardines de antaño.