Pocas sensaciones se comparan a la de ingresar a la cocinay notar el resplandor de tus cubiertos. Quizá no exista mejor satisfacción en el mundo si eres amante del ámbito culinario, pero no siempre podrías contar con la misma suerte. Si tus utensilios se han llenado de manchas, el bicarbonato de sodio te ayudará a remediarlo.
La limpieza de los cubiertos parecería una labor sencilla de realizar: que podrías completar en cuestión de minutos. Sin embargo, pese a resultar una tarea cotidiana, debes tener mucha precaución al lavarlos; con tal de que sequen correctamente y no sufran imperfecciones previo a guardarlos.
El contacto con todo tipo de alimentos, entre ellos los grasos y ácidos, también impactaría de lleno en su cuidado. Por esa razón, el bicarbonato de sodio actuará como uno de tus mejores aliados en el corto plazo: incluso si, aún tras múltiples intentos, nada ha podido quitar los pequeños rastros de comida.
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La importancia del bicarbonato de sodio en la limpieza de la cocina
Tal vez has implementado una serie de jabones para devolverle el brillo a tus cubiertos, mas ninguno te ha garantizado una solución inmediata. Como parte de sus propiedades, el bicarbonato de sodio simboliza uno de los materiales más efectivos para la limpieza de la cocina.
Como remedio casero, te permitirá combatir la grasa de platos, bandejas, contenedores y sartenes, luego de largas preparaciones. A su vez, dejar atrás los olores fuertes que habrían de persistir en un sinfín de recipientes: tales como vasos, jarras, tablas para picar, cucharones, espátulas y ollas.
¿Cómo quitar las manchas de los cubiertos con bicarbonato de sodio?
A modo de alternativa ante diversos productos tradicionales de limpieza para la cocina, la combinación de bicarbonato de sodio con agua caliente será letal para terminar con las manchas en utensilios metálicos. Pero necesitarás de un recipiente hondo para conseguir el resultado ideal.
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El reposo del bicarbonato en los utensilios será vital para eliminar las manchas. Foto: Pixabay.
Deberás situar los cubiertos manchados en su interior y, posteriormente, colocar por encima de 2 a 3 cucharadas de bicarbonato de sodio: según la cantidad de utensilios acumulados. Entonces, verterás agua caliente hasta cubrirlos en su totalidad y los dejarás en reposo por varios minutos.
Una vez que el agua cambie de temperatura, y percibas que esté fría, los retirarás del recipiente para comenzar a enjuagarlos. Al secarlos, uno a uno con delicadeza, podrás constatar el rápido efecto: las manchas habrán desaparecido de tus cubiertos y estos lucirán como nuevos.
