Lo que NO sabías de la canela para atraer prosperidad y riqueza

La canela es una especia aromática ampliamente conocida y utilizada en la cocina de todo el mundo, pero lo que quizás no sabías es que también tiene una larga historia de uso en rituales o prácticas esotéricas para atraer prosperidad. No solo agrega sabor a tus platos, sino que también puede ser un poderoso aliado en tus esfuerzos por llamar la riqueza.

1. Poder de atracción

Se ha considerado tradicionalmente como una especia que tiene la capacidad de atraer la buena suerte o la prosperidad. Se cree que su aroma dulce y cálido crea una vibración positiva en las nuevas oportunidades.

2. Velas de canela

Puedes untar aceite esencial de canela en una vela verde o dorada y encenderla mientras visualizas tus metas financieras o profesionales. Esto se hace con la creencia de que este elemento potenciará tu intención.

3. Bolsitas de canela

Otra práctica popular es crear bolsitas de tela o saquitos con canela en rama y otros ingredientes como hierbas aromáticas y piedras. Estos saquitos se colocan en tu billetera, bolso o en tu espacio de trabajo para atraer dinero.

4. Aceite de canela

El aceite esencial de canela se utiliza en la fabricación de aceites para masajes y ungüentos destinados a atraer la prosperidad. Aplicarlo en la piel se considera una forma efectiva de abrir caminos hacia la riqueza.

5. Baños de canela

Tomar un baño con canela en polvo o aceite de canela se considera una forma purificadora de atraer prosperidad. Se cree que eliminará las energías negativas y abre las puertas a nuevas oportunidades.

6. Rituales de canela

Algunas personas practican rituales de canela durante el solsticio de invierno o en la víspera de Año Nuevo para atraer prosperidad en el próximo año. Estos rituales pueden implicar encender velas de canela, quemar incienso o incluso cocinar un plato especial con esta especia.

Si decides incorporar la canela en tus prácticas para atraer prosperidad, hazlo con respeto y una mentalidad positiva. Además, es fundamental recordar que la riqueza no solo es material, sino también de bienestar emocional o espiritual.