María León habla sobre su vida en el teatro y los aprendizajes que le ha dejado

Previo al estreno de la nueva temporada de Jesucristo Súper Estrella, platicamos con la artista, quien vuelve a la puesta para dar vida a la icónica, María Magdalena.

Cuando un artista no encuentra las palabras para expresar lo que siente, lo hace por medio de una obra plástica, de una danza, de una canción o de cualquier otra forma de expresión. Todas y cada una de ellas son válidas y consiguen ser un lenguaje universal con el que cualquiera puede conectar.

Para María León, el teatro es ese lugar en el que se permite ser vulnerable sin dejar de crecer y aprender. “Es un lugar seguro donde me siento plena y vulnerable, es único e irrepetible. Es donde el trabajo se ve y la generosidad se siente. En el teatro también puedes descansar del ego, dejar de ser tú y ponerte al servicio de algo más grande”.

¿Cómo has visto tu crecimiento sobre el escenario?

Luego de Hoy no me puedo levantar, Vaselina y más producciones en las que he podido participar, me han dado las bases para sentirme más segura conmigo misma. En el caso específico de Sandy (Vaselina), me hizo reconocer que lo que ofrezco está a la altura de lo que trabajo y lo mucho que me preparo para brindarle lo mejor de mí al público. Hoy sé que el trabajo que hago es el correcto y me siento segura y confiada de lo que presento.

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¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje sobre las tablas?

Abrazar las caídas y fracasos. Todo lo que me ha pasado en la vida me ha dejado un aprendizaje, por ello, para mí es abrazar cada momento y aprovecharlo por completo. Además, soy perfeccionista y busco dar todo de mí. Hoy sé que hago lo que puedo con lo que tengo y sé que por hoy es suficiente.

¿Cómo ha sido la preparación para el regreso de Jesucristo Súper Estrella?

Estamos de manteles largos porque hemos sido dirigidos por Nick Evans, director de la puesta original de Londres. Es un regalo poder trabajar con un director como él, que ha dirigido grandes éxitos. Además, nos ha comentado que nosotros, como compañía mexicana estamos a la altura de Londres o cualquier otro lugar.

Además, Alejandro Gou junto con Erik Rubín y el equipo de producción detrás, siempre trabajan por llevar el teatro a otro lugar con una gran producción. Yo estoy muy orgullosa y agradecida de formar parte.

Alejandro cuenta que la primera vez que quiso montar el musical, le negaron los derechos pues pensaron que no estábamos listos para presentar una producción de tal calidad. Finalmente, cuando consiguieron los derechos, la montaron y cuando vinieron de Londres a verla, confesaron que era la mejor puesta del mundo, y aún así quieren crecerla más. Por ello es que hay un gran compromiso por parte de toda la compañía.

¿Cómo es volver a trabajar junto a grandes amigos?

Somos una familia que nos queremos mucho, sin dejar de ser un reto cada vez que nos subimos al escenario. En esta ocasión puedo destacar a Leo de Lozanne que ha hecho un trabajo maravilloso, al igual de Benny Ibarra, que está llevando su voz a otro lugar. Mi cariño y admiración continúa creciendo por cada integrante de esta familia que quiero y respeto tanto. Yo diría que ya nos convertimos en una compañía teatral y es padrísimo volver a trabajar juntos. Creo que ya se dieron cuenta de que trabajamos muy bien juntos y que hacemos un gran equipo.