Brazaletes detectores de droga, ¿una buena opción?

La Fiesta del Siglo

Como seguramente has escuchado, o has tenido oportunidad de leer en otra de mis columnas, colocar sustancias en las bebidas para cometer actos delictivos es el pan de cada día, no sólo en México, sino en muchas partes del mundo. Esta práctica no sólo se lleva a cabo por delincuentes profesionales, muchas veces son llevados a cabo por los amigos del amigo que se sentaron en la mesa y que, con malas intenciones, llevan pastillas o diferentes tipos de drogas con la intención de someter a la víctima. Aunque este tipo de agresiones son principalmente dirigidas hacia las mujeres para cometer abusos sexuales, los hombres no están exentos a que esto les pase, ya sea para un secuestro o para un asalto.

La sumisión química puede definirse como la agresión sexual, robo, extorsión y/o maltrato, sufridos bajo la influencia de sustancias psicotrópicas. La sustancia puede administrarse de forma subrepticia o aprovechar sus efectos para cometer el delito, por lo que la víctima disminuye su capacidad para identificar una situación de peligro o resistirse a la agresión.

Con la intención de lograr una rápida detección de alguna droga en las bebidas han existido muchos intentos infructuosos, desde esmaltes de uñas hasta popotes detectores, tristemente ninguno de ellos ha contado con respaldo para llegar a ser elaborado con éxito. Uno de estos esfuerzos ha llegado a salir a la luz, sobre todo en Europa, y son las pulseras detectoras de GHB.

El GHB (gamma-hidroxibutirato) es un depresor del sistema nervioso central. También puede denominarse éxtasis líquido, G o jabón. El GHB puede ser un líquido claro e inodoro o un polvo blanco. Se añade a una bebida sin que la persona lo sepa, causando sobredosis o la muerte.

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Estos brazaletes cuentan con dos o cuatro círculos en los cuales se agrega una gota de la bebida y si cambia de color significa que se ha detectado GHB, una de las drogas que más se utiliza con este fin. Sin embargo, también existen los roofies que son medicamentos controlados que al mezclarse con el alcohol provocan que su víctima se convierta en una especie de robot que seguirá órdenes por 24 horas (dependiendo la dosis), sin recordar absolutamente nada.

Por mucho que el uso de estas pulseras suena alentador, en mi particular forma de ver, no son tan buenas como parece y permíteme explicarte mis razones. Existen muchas otras sustancias que pueden añadir a tu bebida, desde gotas para los ojos, ketamina, benzodiacepina, barbitúricos, zopiclona, metadona, fentanilo, escopolamina, hiosciamina, atropina, LSD etc, etc, etc… la lista es grande. Mi preocupación acerca de los brazaletes es que únicamente detectan GHB y si la bebida fue alterada con alguna de las otras sustancias, la pulsera no lo detectará y la persona beberá su copa con toda confianza a pesar de estar adulterada. Cabe mencionar que su costo es relativamente elevado y sólo se puede usar cada círculo una sola vez.

Como siempre, la recomendación más sencilla, económica y efectiva de todas es NUNCA QUEDARSE SOL@S, acompañar siempre a nuestros amigos cerrará la ventana de oportunidad que buscan estas personas para hacernos daño. En estos días en que hay tanta delincuencia, se deben extremar precauciones. No se trata de crear psicosis, se trata de salir a divertirnos, pero siempre estar atentos a nuestros amigos.