MOLTI DIVERSI: VINE A COMALA

PORQUE ME DIJERON QUE AQUÍ VIVÍA MI PADRE, UN TAL PEDRO PÁRAMO

María del Mar Barrientos. Foto: Cortesía

Sobre el furor del realismo mágico cuyo auge regresa con Pedro Páramo, Como agua para chocolate, Cien años de soledad y La casa de los espíritus, en la pantalla grande.

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. “El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”. “El amor no se piensa, se siente o no se siente”. “La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirla en un amor de novela”. Algunas de las frases de Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez; Pedro Páramo de Juan Rulfo; Como Agua para Chocolate de Laura Esquivel, y de La Casa de los Espíritus de Isabel Allende, se han convertido en icónicas por ser parte no sólo de la literatura, sino de un concepto de identidad latinoamericana: el realismo mágico.

Ahora hay un resurgimiento del realismo mágico, de sus historias, de sus fantasías, de sus personajes y de sus pueblos. No es casualidad que varios directores estén reviviendo algunas de las icónicas historias para llevarlas al cine, pero ¿qué ha provocado que esto suceda?

Una serie de factores culturales y sociológicos han tenido que ver en esto. El primer factor, pienso, tiene que ver con que las narrativas jamás han pasado de moda, es decir, que han mantenido su relevancia y atractivo a lo largo del tiempo. La cultura latinoamericana se puede entender a través de estas novelas, la adaptación de estas obras a la pantalla, no sólo rinden homenaje a la literatura latinoamericana, sino que también introduce a audiencias internacionales a sus tradiciones.

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En un mundo tan globalizado como en el que vivimos hoy en día, la sociedad se reconoce en el concepto de identidad latinoamericana. De esta manera cobran fuerza las ideas de la unión del continente, la reivindicación de las tradiciones propias y el regreso a las mismas y, en general, la constitución de una identidad común basada tanto en las diferencias como en las similitudes de los pueblos latinoamericanos.

Además, se tocan temas universales como el amor, la muerte, la moral, la inmoralidad, las costumbres y tradiciones, los sueños y las fantasías, por lo que esos elementos fantásticos hoy en día, con la tecnología que ha avanzado, es más fácil plasmarlo en la pantalla grande. Ya que con efectos especiales se facilita la creación de mundos que combinan lo cotidiano con lo sobrenatural, que al final eso es la escencia de estas obras del realismo mágico.

La combinación de un interés por narrativas profundas, la construcción de identidad y los avances tecnológicos en el mundo del cine, han hecho que estas historias resurjan, ahora con un entendimiento profundo de lo que son los pueblos latinos y su historia, pero con los ojos del mundo en éstas.