Sleeping Divorce

Por

Brenda Jaet

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Publicado: 23/1/2025 · 6:31 a.m. MX | Actualizado: 23/1/2025 · 6:31 a.m. MX

El sueño no es un capricho, es una necesidad básica e indispensable para la salud física y mental. Sin embargo, el compartir una cama con una pareja puede convertirse en un conflicto que impacta el descanso y, por lo tanto, la relación. Es en este contexto en el que el sleeping divorce ha ganado popularidad en los últimos años. Y se refiere a la decisión consciente de una pareja de dormir en camas o habitaciones separadas para mejorar la calidad del sueño de uno o ambos de sus miembros. El nombre suena alarmante, pero el acto en sí no debe implicar un distanciamiento emocional o el fin de la relación. Por el contrario, muchas parejas que optan por esta práctica lo hacen para preservar la armonía y evitar conflictos derivados de problemas como: ronquidos, movimientos constantes, horarios desfasados, preferencias opuestas sobre temperaturas, olores y comodidad.

En el libro El Placer de Dormir Sola de Cynthia Zak, la autora afirma que, en una encuesta aplicada a mujeres de todas las edades y todo tipo de estado civil, el 90% asegura que sola duerme mejor, pero que la mayoría sienten culpa de admitirlo pues lo ven como una traición a sus parejas. Otras tantas sienten miedo a ser juzgadas por el estigma de: las parejas que no duermen juntas son porque tienen problemas. Según el Consejo Para Dormir Mejor de EU, la solución para los problemas de sueño en las parejas está en que sus integrantes duerman separados.

Este concepto no es nuevo. Históricamente, en muchas culturas, las parejas dormían separadas. Solo en las últimas décadas, gracias a la popularización de las camas matrimoniales en occidente, se ha consolidado la idea de que compartir la cama es símbolo de intimidad y amor. Sin embargo, en tiempos modernos, más personas cada vez desafían este paradigma al priorizar su bienestar individual.

¿Por qué las parejas deciden dormir separadas?

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El no tener un sueño reparador puede traer consecuencias graves como: Ansiedad, estrés, fatiga, irritabilidad y problemas cardiovasculares. Las peleas por ronquidos o movimientos nocturnos pueden generar resentimiento en las parejas. Dormir mal afecta la vida diaria en la productividad, estado de ánimo y capacidad de goce.

En México el sleeping divorce es aún poco estudiado y rodeado de tabúes culturales.

Sin embargo, el National Sleep Foundation sugiere que aproximadamente 25% de las parejas en países occidentales ya duermen separadas para mejorar su descanso.

En México, tal vez esta cifra sea menor sobre todo por las estructuras habitacionales cuyas limitaciones de espacio no permiten hacerlo, pero las tendencias indican que las parejas jóvenes están más abiertas a buscar soluciones prácticas para preservar la relación.

No debemos dejar de lado los impactos positivos de dormir con la pareja: Dormir juntos puede generar una sensación de seguridad emocional y fortalecer el vínculo afectivo. El contacto físico, incluso durante el sueño, estimula la producción de oxitocina, “la hormona del amor”, que reduce el estrés y fomenta el bienestar.

Pero estos beneficios son sólo válidos si ambos logran descansar adecuadamente. Si no el sacrificio de la calidad de sueño puede tener efectos adversos para la relación.

Lo más importante es saber que el matrimonio sí puede sobrevivir después de esta relación, de hecho, las parejas que lo han hecho han reportado una mejora significativa. La clave se ha basado en: Mantener la comunicación. Buscar momentos de intimidad. Verlo como una solución práctica.

Así que, si buscas hacerlo, inicia la conversación con tu pareja con empatía enfatizando el objetivo de esto: mejorar el descanso. Después adapta el espacio y define una rutina, es decir, si se van a acostar juntos un rato, leer, ver televisión, y después separarse para dormir o cómo lo van a hacer.

Cada relación es única, las decisiones dependen de la necesidad de cada pareja, al final lo más importante no es donde duermes, si no cómo fortaleces tu conexión día a día.

Brenda Jaet