Project Pan: Un reto contra el sobreconsumo

Hace unos días, Project Pan apareció en mi feed y me dejó reflexionando.

Este reto, que lleva algunos años circulando en TikTok, propone que los usuarios se comprometan a terminar todos los productos que ya tienen antes de comprar algo nuevo. Básicamente, un desafío para algo que, en teoría, debería ser lo normal: usar lo que poseemos antes de adquirir más.

Esto me hizo preguntarme: ¿en qué momento llegamos a necesitar un reto para frenar nuestro propio consumo? Vivimos en una era donde tener 40 lip glosses diferentes no es extraño, y donde la acumulación se ha convertido en una práctica habitual, muchas veces sin cuestionarnos su impacto.

Abrimos un cajón y encontramos bases de maquillaje sin usar, paletas de sombras suficientes para una década y productos que compramos por impulso, pero que jamás llegamos a utilizar.

Nos han convencido de que siempre necesitamos algo más, que cualquier novedad es una mejora y que lo que tenemos nunca es suficiente. ¿Cuántas veces hemos visto la frase “fórmula mejorada” sin detenernos a pensar si realmente lo necesitábamos? ¿Es realmente mejor o solo una estrategia para vender más? En un mundo ideal, todo lo que adquirimos sería para usarlo hasta el final, pero la realidad es otra.

Sigue leyendo:

5 tendencias de colores en uñas para lucir en primavera

La primavera se aproxima y las diferentes propuestas de belleza ya han comenzado a protagonizar el street style.

Muchas compras ocurren por impulso, por influencia de tendencias o simplemente por el placer momentáneo de tener algo nuevo. Luego, esos productos terminan olvidados en el fondo de un cajón. Aquí es donde las marcas pueden marcar una diferencia: ¿por qué no ofrecer más versiones mini o de prueba, como hace Sephora? Si tuviéramos la opción de probar antes de comprar un tamaño completo, podríamos reducir el desperdicio y hacer compras más conscientes. Otra solución es compartir.

Si un producto no te funcionó, en lugar de dejarlo caducar, ¿por qué no dárselo a alguien más? Antes era común compartir maquillaje, intercambiar ropa o incluso reutilizar envases de perfume. Hoy, en cambio, compramos y desechamos sin pensar en la cantidad de residuos que generamos. Tal vez sea momento de recuperar esos hábitos.

El marketing seguirá presionándonos a consumir más, pero no tenemos que ceder. Si algo te funciona, úsalo hasta el final. Más que un reto pasajero, Project Pan puede ser una oportunidad para reflexionar sobre nuestro consumo y adoptar hábitos más responsables.

¿Realmente necesitamos tantas opciones? ¿O podemos aprender a disfrutar lo que ya tenemos? Al final, lo que más me inquieta no es el reto en sí, sino la razón por la que necesitamos tendencias virales para recordarnos lo obvio: consumir con responsabilidad. ¿Por qué nos cuesta tanto hacerlo sin que una moda nos lo imponga? No necesitamos tantas cosas para ser felices.

El verdadero reto no es solo usar lo que tenemos, sino preguntarnos, antes de comprar, si realmente lo necesitamos. Porque no hay nada más sustentable que lo que ya tenemos.

No importa cuán ecológico, reciclable o biodegradable sea un producto nuevo, si realmente queremos reducir nuestro impacto ambiental, la mejor opción siempre será aprovechar lo que ya poseemos. La sostenibilidad no se trata solo de comprar mejor, sino de comprar menos y valorar más.

Temas relacionados