Techos de Cristal: El regreso de la cultura Bro

A finales de los 90 y principios de los 2000 era común ver anuncios del Super Bowl con mujeres hiper-sexualizadas. Sin embargo, con el tiempo estos anuncios disminuyeron, y en 2017 Carl’s Jr. abandonó estas campañas, argumentando que distraían de sus productos.

Pero este año, como parte de su estrategia, regresaron a la narrativa del bro culture como herramienta apelativa, mostrando mujeres en poca ropa mientras promovían sus hamburguesas.

De acuerdo con The Wall Street Journal, Tim Calkins, subdirector del departamento de marketing en la Kellogg School of Management, afirmó que “con la nueva administración, lo que se considera una conducta aceptable está cambiando; ese anuncio no se habría transmitido hace algunos años”, cuando hubo un cambio cultural hacia la defensa de la igualdad de género.

¿Y por qué esto importa? Porque, así como el contenido del entretenimiento se ha visto influenciado por contextos políticos, los ambientes sociales y laborales, a su vez, se ven afectados por los mensajes mediáticos que consumimos.

En la cultura bro, las normas y los estándares apoyan, refuerzan y promueven la superioridad masculina y la represión femenina. Valoran el éxito más que el respeto hacia los demás y, como consecuencia, afectan la retención de empleados, la productividad, el crecimiento y la ruptura de los techos de cristal.

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De acuerdo con un estudio de Harvard Business, las empresas se ven envueltas en liderazgos tóxicos debido a lo que llaman la “cultura de concurso de masculinidad”, donde la necesidad de demostrar hombría crea ambientes laborales con actitudes agresivas, competencias sin sentido, prohibición de expresar dudas y acosos sexuales tanto a mujeres como a hombres.

Bajo estas condiciones, las mujeres deben jugar el juego para mantener sus posiciones o fungir como apoyo para los hombres que ganaron.

Cuando esta cultura se convierte en la manera de trabajar en la empresa, tanto el negocio como sus integrantes se ven afectados, como ocurrió con Uber hace unos años. No se trata de mejorar el ambiente únicamente para las mujeres o minorías, sino para todos.

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