Panorama Web Mx > panorama social

La columna de L’Amargeitor |Amigas dense cuenta

Resulta que, para formar personas, lo más importante de todo lo importante, es lo que les enseñas a través de lo que haces, no haces, eres, y no eres… tú

La columna de L’Amargeitor |Amigas dense cuenta
L'amargeitor. Foto: Cortesía.

Hoy vamos a hablar de ustedes manas. De nosotras…

Hoy les voy a decir las tres cosas que, consultando con mis amigas psicólogas, ustedes mamás, le preguntan más frecuentemente a las psicólogas de sus hijos o incluso a las propias.

  1. ¿Qué hago para que se quiera y se acepte como es?
  2. ¿Cómo le enseño a decir que no?
  3. ¿Cómo le hago para conectarme con él/ella?

La cosa, señoras, es que seguimos pensando que formar personas es algo que se puede manufacturar. Que con inscribirlos a todas las clases. Estando en las mejores escuelas. Y dándoles todo lo que quieren, o pensamos que necesitan, se puede lograr. Que la terapia los compone de lo que no funciona y que en general, somos las que les van a resolver y administrar su vida. Les tengo una noticia: no funciona así. Porque resulta que, para formar personas, lo más importante de todo lo importante, es lo que les enseñas a través de lo que haces, no haces, eres, y no eres… tú.

Publicidad

Entonces manas, cuéntenme…

¿Cómo le vamos a hacer para que se quieran y se acepten como son, si estamos en guerra permanente con nosotras mismas? ¿Cómo te hablas? ¿Cómo te ves? ¿Cómo validas tus emociones?

Vamos de un tratamiento a otro. Vivimos a dieta. Hablamos de nuestras insatisfacciones físicas continuamente. Nos hacemos todo lo posible para vernos “jóvenes”, vivimos mal comiendo, la mayor parte de la vida muertas de hambre y de malhumor con tal de ser talla 0 y parecer “hermanas” de nuestras hijas.

Publicidad

¿Cómo les enseñamos a decir que no, si jamás, nunca en la vida, nos escuchan decirlo a nosotras?

No, no puedes ir a esa fiesta; no, no te doy dinero para tu ID falsa; no, no te doy una tarjeta de crédito; no, no puedes invitar a 23 amigos este fin de semana; no, no te compro un iPhone 23.

No les ponemos límites a ellos, porque pobrecitos, se vayan a traumar.

Publicidad

No nos ponemos límites a nosotras y nos permitimos hablarnos y tratarnos peor que nadie.

No le ponemos límites a situaciones y relaciones insostenibles, ¿cuántas de ustedes viven en relaciones violentas, insatisfactorias, abusivas, muertas y sin embargo, por “el bien de los hijos” o del status, (o porque tenemos miedo), permitimos que todo eso siga sucediendo, incluso, si el precio somos nosotras?

No decimos que no, a todas las cosas que están mal en el entorno de nuestros hijos y lejos de eso ¡lo promovemos!

¿Cómo es posible que no estemos haciendo equipo para decir ¡NO! hay alcohol en las fiestas de los menores de edad? ¿Por qué nos da pena preguntar en el chat de mamás de esa fiesta o del fin en Valle, cuál es la política de alcohol de la familia que invita? ¿Cómo es posible que cuando nos enteramos de historias de bullying , agresión, injusticia, en cualquiera de sus formas, lejos, ¡lejísimos! de ser los adultos responsables, tomamos partidos, echamos leña al fuego y somos las liderezas de los conflictos entre grupitos de niñas o chavos que van a ”partirle la cara a otros chavos” “para que aprenda”? ¿Cómo es posible que estemos permitiendo, solventando, pagando, promoviendo, actividades completamente inadecuadas para nuestros hijos? ¿A quién se le ocurre decir clarooo mi amor te urge skin care a tus 8 años, vamos a Sephora a comprarte todo lo que quieras?

Nuestros hijos no saben decir que no, porque nunca nos escuchan decir que no.

Amigas, dense cuenta. Nos da pena decir que no. Nos da pena pensar qué van a pensar. Disrrumpir. Lo que nos importa, más que nada, es ser aceptadas y complacer. Decimos que sí, por no decir que no, a todo lo que está mal… y eso, es lo que nuestros hijos van a aprender.

¿Cómo vamos a conectar con ellos si estamos completamente desconectadas de nosotras? Hemos perdido la capacidad de escucharnos. De identificar y validar nuestras emociones y nuestras propias necesidades. De conectar con nuestra intuición. Vamos por la vida como gallinas descabezadas tratando de palomear y cubrir las necesidades de todos y la de cumplir con lo que la real academia del jet set nos dice que tenemos que cumplir, haciendo lo que nos dice la sociedad que hagamos, en lugar de buscar dentro de nosotros las preguntas y las respuestas, o por lo menos, lo que sentimos ante lo que sucede, lo que nos duele, lo que nos hace, o no, felices.

Cuáles serían las respuestas rápidas a esas tres preguntas:

¿Cómo hago para que se quiera?

Queriendo, aceptando y celebrando quién eres. Haz la paz contigo mana, esto es lo que hay, acéptalo de una vez.

¿Cómo le enseño a decir que no?

Deja de ser una people pleaser de tiempo completo y querer ir por la vida acomodándole a los demás. Hay que dejar de decir que sí, por miedo a decir que no, en todas las áreas de la vida. Hay que poner a chambear nuestro pensamiento crítico y aprender a cuestionar absolutamente todo, en lugar de pensar que calladitas nos vemos más bonitas.

¿Cómo le hago para conectarme con él/ella?

Cállate tantito mami, nuestros hijos no necesitan tanto choro, la comunicación no es hablar sin parar… tiene mucho más que ver con escuchar.

Lo que nuestros hijos necesitan para sentirse conectados es sentirse validados, reconocidos. Que conozcamos su mundo. Su música. Sus amigos. Que los dejemos ser. Y hacer. La queja número uno de los chavos en los consultorios es: mi mamá me da instrucciones, me resuelve o me critica, pero nunca me dice lo que hago bien o me deja hacerlo solo porque dice que no voy a poder. No sabe de quién le hablo, no me pela cuando le cuento, no se interesa en lo que a mí me importa.

Pero cómo construir eso realmente… como “resolver” esas tres preguntas de raíz…

El nombre del juego es….

A U T O E S T I M A

¿Cómo se construye la autoestima?

- Conociendo, asumiendo y aceptando quién eres con todos tus lados estando en continua observación y curiosidad de uno mismo.

- Detectando tus fortalezas y debilidades.

- Haciendo y pensando las cosas por uno mismo.

- Saliendo de tu zona de confort una y otra y otra vez.

- Aprendiendo continuamente.

- Cultivando relaciones positivas y constructivas. La autoestima tiene mucho que ver con el vínculo que tenemos con los demás.

- Poniendo límites. A nosotros y a los demás, como el palitos uno del cuidado personal.

- Estando conscientes de nuestro diálogo interno. ¿Cómo te hablas a ti mismo? Y aprender a medirte con la misma vara que mides a los demás.

- Dándonos permiso de equivocarnos.

- Sabiéndote útil y necesario para los demás. Sirviendo.

La autoestima no sólo define cómo te sientes contigo mismo, sino que también afecta todos los aspectos de la vida, desde tus relaciones hasta tu capacidad para alcanzar tus sueños. Es el pilar de nuestra salud emocional.

La autoestima es autocuidado.

Olvídense de todas las demás tarugadas, lo que nos urge asegurarnos que haya, no son fiestas, ni planes, ni marcas, ni likes en Instagram, lo que necesitamos es autoestima.

Entonces tal vez la pregunta principal hoy es…

¿Cómo están ustedes, de su autoestima?

¿Qué áreas pueden mejorar?, ¿con qué tienen que hacer la paz?, ¿a qué tiene que decir no, ni un día más, esto no va a pasar?, ¿qué tan independientes son?, ¿cómo te hablas?, ¿te das chance de fallar?, ¿cuál es tu causa?, ¿qué haces realmente por los demás?, ¿qué relaciones tienes que terminar, cuáles te nutren de verdad?, ¿qué tanto dices que sí por no decir que no?, ¿qué miedo te urge enfrentar?

Chance tendríamos que dejar de ir a preguntar para nuestros hijos, empezar a hacernos estas preguntas revisando nuestra propia autoestima y entonces… tal vez… podamos enseñarles a nuestros hijos a construir la suya. Para que se quieran. Para que sepan decir que no. Y para que podamos, realmente, conectar.

Porque solo alguien que está bien consigo mismo tiene la capacidad de estar bien con los demás, de no dejarse manipular por el entorno, ni aceptar menos de lo que sabe que merece o merecen los demás.

Amigas, dense cuenta….

Todo lo que quieres para ellos… lo tienes que querer, y hacer, primero, para ti.

Temas relacionados

author
L’Amargeitor

Publicidad