Rigoberta Menchú y su legado de lucha por la paz

Por

Frida Celaya

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Publicado: 6/3/2025 · 12:01 a.m. MX | Actualizado: 6/3/2025 · 12:01 a.m. MX

Reconocida por su labor social con los pueblos indígenas de Guatemala, Rigoberta Menchú ha luchado por la defensa y justicia de los derechos de diferentes comunidades, lo que la convirtió en Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO y en 1992 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz.

A través de su historia personal, en la que enfrento discriminación, exclusión social, violencia y persecución política, Menchú busca alternativas para reforzar la participación de las diferentes comunidades, no sólo en su país natal, sino en todo el continente americano.

¿Cómo ha sido la lucha por los derechos de las comunidades de los pueblos indígenas?

Yo apoyo desde la fundación que lleva mi nombre, tengo muchos programas, para mujeres y jóvenes, hemos trabajado muchísimo por las mujeres indígenas y eso para mí es un honor, el poder apoyarlas con una licenciatura, que tengan una carrera, que puedan trabajar en el gobierno o en una empresa privada. También trabajo con diferentes Premios Nobel y en la UNAM, lo que me ha permitido ser parte de diferentes iniciativas, soy profesora en la facultad de derecho, he estado con la coordinación de humanidades e involucrada en varios procesos de migrantes.

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Desde tu perspectiva, ¿cómo está el fenómeno migratorio?

Creo que la gente tiene una causa y va a luchar siempre por ella, la causa más importante es una vida digna y todos tenemos derecho, no debemos estar en un sólo lugar porque el planeta es de todos. Hay que apoyarlos, hay que buscar iniciativas, apoyar políticas públicas que dignifiquen a los migrantes.

¿Qué tenemos que hacer como país para apoyar a los migrantes?

Veo en México mucha actividad, empezando por felicitar a la doctora Sheinbaum que ha hecho un trabajo enorme por fortalecer ese sistema, hacer que la gente no se sienta despreciada en su país, sino que sepa que aquí hay un brazo que los espera, que hay gente que ayuda. Pero también creo que las empresas privadas y las organizaciones están haciendo un gran trabajo. Los felicito.

Por primera vez en 200 años de vida independiente en nuestro país tenemos una mujer presidenta, ¿cómo ves esto?

Realmente la doctora Sheinbaum es increíble, es una mujer extraordinaria, estratega, con mucha capacidad de gobernanza. Yo creo que ya era tiempo de tener una lideresa de talla mundial y nacional. Le deseo mucha salud y mucho éxito, las mujeres también tenemos que ser solidarias, tenemos que apoyarnos mutuamente.

¿Qué hace falta para seguir cerrando la brecha de género?

Primero, abrazar nuestras conquistas, no importa lo que digan las normas, las leyes, hay un derecho inherente y es producto de nuestras luchas, pero se debe seguir luchando porque nada se ha conquistado, todos son procesos que hay que apoyar. Entonces, que las mujeres tengan autoestima, que luchen, que tengan una conciencia unitaria también, porque si no estamos juntas, ¿quién va a hacer eso por nosotras?

Empezaste muy pequeñita luchando por los derechos de las comunidades de los pueblos indígenas en Guatemala. ¿Qué te ha dejado esto?

Es muy importante ver que hay progreso, hay logros, estamos en tiempo de paz, aunque muchos la amenacen, pero nosotras tenemos que seguir adelante. Las mayas son muy coquetas, son activistas, son muy importantes esas mujeres y a mí eso me da honor. Es tiempo de mujeres.

¿Qué le dirías a todas las mujeres que tienen muchos sueños y que de repente se ven un poco limitadas?

Que le echen ganas, sí se puede, deben aprovechar el tiempo para que sean multidisciplinarias, que lancen sus iniciativas y que se cuiden de todos los peligros que rodean a las mujeres. La violencia sexual, intrafamiliar, social, que hay mucho en este tiempo, que se cuiden, que se cuiden mucho, pero que no tengan miedo porque el miedo paraliza a las mujeres y paraliza a la gente en general.

¿Qué hace falta para tener un país en paz?

Seguir trabajando, organizándonos, preguntando qué más hace falta en el entorno, valorar mejor nuestros logros. No solo esperar en macro cambios, sino fortalecer los que tenemos enfrente y soñar.

¿Alguna vez soñaste con ser reconocida internacionalmente como una gran mujer luchadora de los derechos humanos?

Tengo claro que ninguna persona impacta la conciencia humana en total. Yo solo estoy por la gente que cree en mi trabajo, que me apoya, que me quiere, siento el amor de la gente. Eso es lo que yo valoro. Yo sé que mi vida está contada y no me voy a quedar mucho tiempo en este planeta, pero el día en que me vaya, me voy con esa felicidad.

¿Qué sientes de inspirar a tantas mujeres, a tantas personas?

Yo creo que es porque tenemos una causa común, tenemos experiencias muy similares, hemos llorado muchas veces, nos hemos reído, hemos tenido angustias. Es muy importante ver que nos queremos, que nos queremos porque nos identificamos. Yo me identifico con la lucha de ellas y yo sé que ellas se identifican conmigo, esa relación mutua es fascinante, es hermosa, te da vida, te da esperanza.

¿Qué mensaje le darías a todas las mujeres?

Que sean corajudas, resilientes, combativas, que su resiliencia sea activa, propositiva y de verdad que se entreguen a hacer lo que más les gusta hacer.

Entrevista por Blanca Becerril

Frida Celaya