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El reemplazo de la Educación Parental y sus efectos

Desde que salió la serie de Netflix: El Adolescente, se abrió la conversación sobre la sobredosis de tecnología en los jóvenes y ha surgido una gran preocupación, que ya estaba latente desde hace tiempo sobre los efectos de las redes sociales sobre los niños y adolescentes

El reemplazo de la Educación Parental y sus efectos
Los jóvenes están cada vez más expuestos a riesgos psicológicos, emocionales y hasta físicos en las redes sociales. Foto: Freepik / Ilustrativa.

El avance de la tecnología ha transformado drásticamente la manera en que interactuamos con el mundo. Los dispositivos electrónicos y las redes sociales se han convertido en herramientas omnipresentes en la vida cotidiana, influyendo significativamente en la educación y crianza de los niños y adolescentes. En muchos hogares, estos medios han comenzado a reemplazar la educación parental, lo que ha generado una serie de efectos negativos en el desarrollo de las nuevas generaciones.

Históricamente los padres han desempeñado un papel fundamental en la formación de valores, normas sociales y habilidades emocionales de sus hijos. Sin embargo, hoy muchos han delegado esta responsabilidad a los dispositivos electrónicos y redes sociales. La falta de tiempo de los padres, debido a trabajo, agotamiento y ritmo acelerado de la vida moderna ha llevado a que muchos niños pasen más tiempo frente a una pantalla que interactuando con sus padres.

A medida que los niños crecen, las interacciones cara a cara con figuras de autoridad son reemplazadas por contenido digital que puede no ser apropiado para su desarrollo.

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Plataformas como YouTube, Tik Tok e Instagram se convierten en las principales fuentes de información y entretenimiento, moldeando la percepción del mundo de los menores sin la supervisión adecuada de los adultos.

Surgen efectos negativos en el desarrollo infantil y el adolescente como:

  1. Problemas de desarrollo emocional y social, tales como dificultades para gestionar emociones, resolver conflictos de manera efectiva, falta de empatía, aislamiento social.
  2. Disminución en la capacidad de atención y aprendizaje.
  3. Afecciones en la autoestima y percepción de cuerpo. Se generan estándares irreales que llevan a ansiedad y depresión, trastornos alimenticios, baja autoestima y sensación de insuficiencia.
  4. Riesgos de seguridad y exposición a contenido inapropiado. Por falta de supervisión de los padres existe: ciberacoso, grooming, información falsa y teorías de conspiración, adicción a plataformas digitales.

En respuesta a los efectos negativos de la tecnología ha surgido una nueva corriente de jóvenes que buscan reducir su dependencia en los dispositivos electrónicos. Ellos se han comenzado a cuestionar el impacto de las redes sociales en sus vidas y buscan un estilo de vida más equilibrado y desconectado. Entre las iniciativas más destacadas se encuentra: Movimiento Luddite Club en Nueva York.

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También los padres y maestros han hecho iniciativas al respecto tal como Delay Smartphones, una organización de Reino Unido que afirma que el 50% de los niños de 12 años ven pornografía y que el exceso de uso de teléfonos inteligentes este asociado con cambios psiquiátricos, cognitivos, médicos y del cerebro. Aseguran también que están privando a los niños de tener suficientes horas de sueño. Presionan a niñas a enviar mensajes sexuales de sí mismas.

En conclusión, mi querido lector, si tienes hijos debes limitar y supervisar el uso de sus teléfonos inteligentes y explorar la idea de eliminarlos. Si bien la serie El adolescente es un caso extremo, los datos aquí mencionados son algo inquietante que no podemos ignorar. La información es poder y de nada sirve saberlo si no hacemos nada al respecto.

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author
Brenda Jaet

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