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La fiesta del siglo: Beber rápido, una muy mala idea

Los que se sienten muy machines porque “aguantan” mucho.

La fiesta del siglo: Beber rápido, una muy mala idea
Ruddy Tercero. Foto: Especial.

Vivimos en un país en donde se ha normalizado tanto el consumo de alcohol que no solamente ya le perdimos el miedo al exceso, ¡lo festejamos! Y para acabarla de amolar hay muchas personas que piensan que tomar mucho “es de machos”, incluso en ciertos pueblos de México los padres de familia le dan de beber a sus hijos desde edades muy tempranas con la intención de que comiencen a conocer esta vida del alcohol y que sus amigos vean “que sus hijos son bien machotes”.

De entrada, como ya lo he repetido hasta el cansancio, darle de beber a los adolescentes menores de 16 años es una pésima idea porque podemos hacerlos adictos mucho más fácil que si comenzaran a beber cuando son más grandes, pero eso lo vamos a retomar en otra ocasión, ahora quiero ahondar en el tema de que tomar mucho es buena idea.

El ser humano en general, a nivel mundial, no tiene ni los conocimientos más básicos acerca del alcohol por lo que sus decisiones son totalmente aleatorias y basadas en mitos o leyendas o en la propia ignorancia, para empezar el alcohol es una droga bifásica, es decir, poca cantidad y mucha cantidad hacen lo opuesto, de hecho si se fijan, una de las características de las personas más alcoholizadas es que se quedan dormidas en donde sea, hasta manejando, simplemente se desconectan y esto es porque el alcohol es un depresor del sistema nervioso central. Por consiguiente, si la idea de que entre más tomo más pila tengo, es errónea, pensamos que: si tomo soy feliz, si tomo mucho soy muy feliz y si tomo mucho y muy rápido soy feliz muy rápido y es totalmente al revés.

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El cerebro no tolera mucha cantidad de alcohol en poco tiempo porque hace corto circuito y no viene al caso porque en cuanto comienza el exceso, comienzan las malas decisiones, la falta de freno, la falta de planeación, y en automático nos colocamos en la zona de riesgo en donde viven tus peores pesadillas, que es justamente la razón por la que el alcohol cobra tantas vidas en el mundo. Es el equivalente a ponerle demasiada sal a un plato de comida que estaba medio desabrido, si le ponemos poquita se realzan los sabores, pero si le ponemos todo el salero pensando que entre más sal, más sabor, pues echamos a perder el platillo, lo mismo pasa con el cerebro, si nos pasamos de alcohol echamos a perder una fiesta que pudo haber sido maravillosa.

Cuando le damos al cerebro una copa o copa y media por hora acompañada de agua y con alimentos previamente consumidos antes de comenzar a beber, pues no le viene mal, al cerebro le gusta esto sobre todo porque libera dopamina, te desinhibe, te da calorcito, hace que te rías y te diviertas, y hasta ahí vamos perfecto, pero si te empinas la botella y le cuentas hasta el 40 sintiéndote el rey de la fiesta lo que estás haciendo es echar a perder todo.

Ahora que se acercan las graduaciones, los viajes de generación en donde abunda el alcohol 24/7 mi mejor recomendación es llevársela leve para divertirse más, generar bonitos recuerdos y no ponerse en riesgo ni a los demás.

Tú te das cuenta cuando una persona no sabe beber alcohol porque lo toman rápido, aprendamos a pasarla bien sin excesos.

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Rudy Tercero

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