La reina estuvo en su lecho de muerte, así fueron los últimos días de Felipe de Edimburgo

El esposo de Isabel todavía leía y escribía cartas bajo el sol antes de morir

Semanas antes de morir, el duque de Edimburgo estuvo internado en el hospital pues se reportó que sufría de problemas cardíacos, así que fue operado con la esperanza de alargar su estancia en este mundo. Pero los últimos días tras ser dado de alta los paso evitando a toda costa regresar con los médicos y leyendo bajo el sol al lado de su esposa, la reina Isabel, quien se mantuvo hasta el último momento junto a él.

De acuerdo con los reportes de los medios británicos, se entiende que la condición del príncipe empeoró durante la noche del jueves y los portavoces reportaron que se había puesto "gravemente enfermo" pero no fue llevado al hospital por órdenes de la reina.

La reina desestimó cualquier intento por llevar al príncipe Felipe de regreso al doctor. Una fuente cercana a la familia real le dijo al ‘Telegraph’ que el esposo de Isabel: “Pasó la mayor parte de las cuatro semanas que estuvo en el hospital tratando de llegar a casa. Le operaron el corazón en un intento por darle un poco más de tiempo, tal vez pensando en el cumpleaños número 100. Pero a él realmente no le importaba eso. Solo quería estar de vuelta en su propia cama. No hay forma de que hubiera querido morir en el hospital".

Según los informes, no hubo un deterioro dramático en la salud de Felipe, fue algo gradual. A principios de esta semana, el personal de Buckingham aseguró que el duque estaba "en buena forma", todavía escribía y leía cartas.

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En los días soleados de las últimas semanas, el príncipe pedía sentarse al sol con una cobija sobre las piernas, también continuaba hablando por teléfono con familiares y amigos cercanos, pero a diferencia de la reina, el duque no era fanático de las llamadas por Zoom.

A pesar de que muchos esperaban que el duque de Edimburgo alcanzará los 100 años de edad, él no estaba muy entusiasmado con la idea, sobre todo después de haber pasado varios años en silencio en Sandringham tras su retiro y por la pandemia aislado de todos en el castillo de Windsor.

El duque todavía podía vestirse solo en sus últimos días y no aceptaba la ayuda de sus empleados cuando trataba de recoger su gafas del suelo, solía caminar con ayuda de un bastón y rechazaba el usar una silla de ruedas.

Felipe, quien pasó un mes en tratamiento por una infección y una afección cardíaca preexistente, murió repentina e inesperadamente, aunque en forma pacífica. Se cree que el príncipe falleció en Windsor acompañado de su esposa y un grupo pequeño del personal más devoto de la familia real.

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