Meghan y Harry: Revelan lo que tuvo que hacer la duquesa de Sussex para tranquilizar a su esposo en el Jubileo de la reina

El regreso de Meghan y Harry resultó ser todo lo contrario a lo que ellos esperaban: los duques de Sussex creyeron que el Jubileo de Platino de la reina Isabel II sería la oportunidad perfecta para solucionar las diferencias y volver a acercarse a la familia real. Sin embargo, la realeza británica recibió a la pareja real de una forma tan fría y distante que provocó que Harry se sintiera muy nervioso y que Meghan tuviera que reaccionar frente a todos para tranquilizarlo. Así fue el momento que se vivió en la Catedral de San Pablo.

Después de 4 días de grandes celebraciones, concluyeron con éxito los festejos por el Jubileo de Platino de la reina; durante los últimos días vimos de todo: las travesuras del príncipe Louis, la aparición de los duques de Sussex en la misa de Acción de Gracias y el increíble concierto realizado afuera del Palacio de Buckingham.

Sin duda alguna, un tema que acaparó la atención de todos fue el regreso de los Sussex a Londres, después de abandonar en 2020 sus deberes reales e irse a vivir a California. La pareja volvió, pero fueron ignorados por varios miembros de la familia real, como el príncipe William y Kate Middleton, quienes ni siquiera los voltearon a ver. Todo esto quedo en evidencia el día que se reunieron en la Catedral de San Pablo, lugar en el que Harry fue visto muy nervioso, situación en la que tuvo que interceder Meghan y calmarlo, para que nadie notara que se sentía mal.

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Meghan no se quedó callada y frente a todos tranquilizó al nervioso príncipe Harry

Meghan y Harry asistieron al servicio de Acción de Gracias el pasado viernes y justo cuando las cámaras estaban sobre ellos, se vio que Meghan se acercó a su esposo y le susurró algunas palabras que cambiaron totalmente el semblante angustiado del duque de Sussex. Harry se veía muy nervioso, incómodo ante la indiferencia que mostraba la familia real.

“Sí, estaremos bien”, fueron las 3 palabras que Meghan le dijo a su esposo para tranquilizarlo antes de ingresar a la Catedral de San Pablo, de acuerdo con un especialista en la lectura de labios, quien reveló esta información a The Sun.

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La realidad es que el panorama para los Sussex dentro del recinto fue incluso peor, pues los sentaron alejados de los principales miembros de la familia, es decir, no tuvieron contacto con el príncipe Carlos, Camila de Cornualles, William y Kate Middleton. Esto tensó aún más el ambiente.

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Sus asientos relegados fueron una clara señal de su cambio de estatus, ya que los miembros activos de la realeza británica ocuparon las sillas de primera fila. Este frío trato que recibieron los duques de Sussex hizo que Harry no pudiera ocultar su nerviosismo y necesitara de la ayuda de Meghan para calmarse. El editor de Mirror Royal, Russell Myers, dijo: “Los hermanos no se miraron a los ojos ni hicieron contacto visual en absoluto. Harry estaba estirando el cuello para mirar a William y William no le devolvió la mirada”.