La maldición de los Grimaldi que impide a Charlene y Alberto de Mónaco ser felices en su matrimonio

Como en un cuento de hadas, existe una supuesta maldición que asecha a la casa de los Grimaldi. De acuerdo con viejas historias, existe una creencia de que la familia real de Mónaco fue maldecida hace muchos años por culpa de un antepasado que cometió actos atroces en contra de las mujeres, por lo que se les ha negado a todos los miembros de esta corte real que encuentren la felicidad dentro de sus matrimonios.

La maldición de los Grimaldi

Esta vieja creencia surgió siglos atrás, en los orígenes de la fundación de la casa Grimaldi, cuando el genovés Francesco Grimaldi, se hizo pasar por un monje para conseguir entrar en el pequeño principado de Mónaco y conquistarlo junto a su hermano Rainiero de manera abrupta y violenta.

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El origen de la maldición Grimaldi

Se dice que poco después de la conquista, Francesco dejo a Rainiero como encargado del pequeño principado y este abuso de su poder y del pueblo. Tan es así que solía abusar indiscriminadamente de las mujeres, pero una de ellas le echo una maldición.

De acuerdo con la leyenda, esta mujer le habría jurado que ni él ni ninguno de sus descendientes podrían encontrar el amor en el matrimonio, condenándolos a vivir siempre en desamor e infelicidad mientras estuvieran casados. "Los Grimaldi nunca encontrarán el amor en el matrimonio", dicta la maldición.

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La tragedia rodea a la familia real de Mónaco

Basta con mencionar la trágica historia de la actriz Grace Kelly y el príncipe Rainiero III, en la que ella tuvo que renunciar a su carrera en el cine y vivir de manera infeliz en el principado hasta el día de su muerte.

O el matrimonio fallido de la princesa Carlota quien se casó en 1920 con Pedro de Polignac, descubierto como homosexual, años más tarde, por lo que tuvo que solicitar el divorcio. Y los múltiples divorcios de las mujeres Grimaldi como Carlota Casiraghi o Carolina de Mónaco.

¿El matrimonio de Charlene y Alberto también tiene la maldición?

Pero quizá el caso más visible de esta maldición es el de Charlene de Mónaco y el príncipe Alberto. Pues fuentes cercanas al principado han revelado que el matrimonio enfrenta graves problemas que podrían terminar en un polémico divorcio real. El cual han detenido a través de un supuesto millonario contrato en el que la princesa acepta de algún modo trabajar como esposa real para el principado de Mónaco.

Luego de meses en el extranjero, la princesa de Mónaco ha regresado a su casa, pero desde hace mucho ya no se le ve sonreír y su mirada está apagada, así que algunos creen que está sufriendo la misma maldición que afecto a Grace Kelly y que la volvió una princesa triste hasta el día de su muerte.

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