“Ahora soy Sussex”: Meghan Markle reflexiona sobre su apellido real en Netflix
En su nueva serie de Netflix, Meghan Markle confiesa por qué el apellido Sussex tiene un significado tan especial en su vida y su familia
El estreno de Con amor, Meghan, el nuevo programa de Netflix de la duquesa de Sussex, ha dejado varias revelaciones sorprendentes. Una de ellas es la manera en que Meghan Markle percibe su apellido real y la profunda conexión emocional que ha desarrollado con él. Durante un episodio especial en el que cocina junto a su amiga Mindy Kaling, la exactriz dejó claro que su identidad ha evolucionado: “Qué gracia que sigas diciendo Markle. Sabes que ahora soy Sussex”, comentó con una sonrisa.
Pero, ¿qué dijo Meghan exactamente sobre este tema? En este artículo te contamos todos los detalles de sus declaraciones y el significado detrás de sus palabras.
“Ahora soy Sussex”: el valor del apellido real
En la conversación con Mindy Kaling, la duquesa explicó que su título y apellido representan un vínculo que va más allá de la monarquía. Para ella, llevar el nombre Sussex simboliza la unión con su esposo, el príncipe Harry, y sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet.
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“Cuando tienes hijos, piensas: ‘No, yo quiero compartir mi nombre con mis hijos’. No sabía lo mucho que significaba para mí hasta ahora, pero es importante poder decir: ‘Este es nuestro apellido familiar’”, expresó Meghan con sinceridad.
Este cambio no es solo simbólico. Desde marzo de 2023, cuando Archie y Lilibet recibieron oficialmente sus títulos de príncipes, su apellido se modificó de Mountbatten-Windsor a Sussex. Así, la familia se presenta ante el mundo con un solo nombre, reforzando la idea de unidad y pertenencia.
La tradición de los apellidos en la realeza británica
El uso de títulos nobiliarios como apellidos es una práctica común en la familia real británica. Desde niños, los príncipes suelen utilizar el nombre de sus títulos en lugar de un apellido convencional. Por ejemplo, el príncipe William y el príncipe Harry eran conocidos como William de Gales y Harry de Gales durante su etapa escolar y militar, en referencia al título de su padre, Carlos, príncipe de Gales en ese momento.
Sin embargo, la historia del apellido de los descendientes reales es más compleja. En 1960, la reina Isabel II decretó que los hijos de la familia real que no llevaran el título de S.A.R. (Su Alteza Real) o de príncipe/princesa, adoptarían el apellido Mountbatten-Windsor, en honor al príncipe Felipe. Pero con la ascensión al trono del rey Carlos III, y el reconocimiento de Archie y Lilibet como príncipes, el apellido de los hijos de Meghan y Harry cambió oficialmente a Sussex.
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