¿Error de protocolo? El accesorio de Felipe VI y Letizia en el funeral del Papa Francisco que desató polémica

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Redacción Panorama

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Publicado: 26/4/2025 · 10:34 a.m. MX | Actualizado: 26/4/2025 · 10:34 a.m. MX

El funeral del Papa Francisco fue un evento cargado de solemnidad y respeto, donde líderes mundiales y figuras de la realeza se reunieron para rendir homenaje a su vida y legado. Sin embargo, entre tantos gestos cuidadosamente medidos, un detalle inesperado protagonizado por los reyes de España, Felipe VI y Letizia, no pasó desapercibido: el uso de un accesorio que, para muchos, rompió con la estricta etiqueta vaticana.

Durante la ceremonia en la Basílica de San Pedro, tanto el rey como la reina de España fueron captados usando gafas de sol. Aunque puede parecer un detalle mínimo, en un acto religioso de esta magnitud, cada elemento cuenta. De inmediato, algunos expertos en protocolo y comentaristas en redes sociales señalaron que Letizia, en especial, cometió un pequeño error: en los funerales papales, el uso de gafas, salvo por necesidad médica evidente, puede considerarse una falta de respeto.

La controversia se centró especialmente en la reina Letizia. Esto provocó un debate sobre si realmente era necesario o si se trató simplemente de un descuido de estilo. Cabe destacar que, en actos religiosos en el Vaticano, se espera que los asistentes mantengan la mirada descubierta como muestra de luto y respeto, salvo excepciones justificadas.

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Pese a la polémica, también hubo quienes defendieron a la reina, argumentando que las gafas oscuras podrían haber sido utilizadas para protegerse de la intensa luz, de algún problema ocular temporal, o incluso para mantener la compostura emocional durante un evento tan solemne. Hasta el momento, la Casa Real no ha emitido ninguna declaración oficial al respecto.

El resto de la participación de los reyes de España transcurrió con la sobriedad y el respeto que caracteriza sus apariciones públicas. Vestidos de riguroso luto, acompañaron a otros jefes de Estado en un acto que quedará en la memoria como una despedida histórica al Papa que marcó un antes y un después en la historia moderna de la Iglesia.

Aunque el episodio de las gafas podría considerarse un simple desliz, lo cierto es que en contextos tan formales, pequeños gestos pueden adquirir un peso simbólico enorme. En todo caso, el debate demuestra una vez más lo estrictas que pueden ser las reglas no escritas del protocolo real y diplomático.

Redacción Panorama