Síclo: Nunca se trata solo de la bici

Síclo celebra un año más dándole voz a lo importante, el impacto que tiene en la vida de la gente, poniendo nombre a cada historia y compartiéndola para poder inspirar a los demás.

Síclo: Nunca se trata solo de la bici

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"I feel pretty"

Santiago Garrido

Comenzó un nuevo año, el primer día de 365, y ahí estaba en el suelo de mi habitación: una báscula modernísima que medía grasa, músculo, densidad ósea y todos mis pecados. Además, medía mi capacidad de amarme, de valorarme y de apreciar mi cuerpo, pero también de odiarlo. Los números que marcaba confirmaban mi miedo: otro año de evitar los espejos, de quererme cada día un poco menos y de aceptar que esos 124 kilos iban a acabar con lo que quedaba de mi autoestima. A mis 27, la vida no parecía ser ni tan larga, ni tan divertida, ni tan querida. De repente, llegó el mensaje: mi amiga Ana Paula estaba en México y quería que fuera con ella a Síclo... ¿yo? ¿En Síclo? ¿Con mis 124 kilos? Parecía imposible. Pero finalmente lo hice. El 3 de marzo llegué a mi primera clase, nervioso, sudoroso, con escenas de "I Feel Pretty" que no salían de mi cabeza. Poco a poco, dejé la tensión y la ansiedad y me sentí parte de algo más grande que yo. Dejé de pensar en el exterior y pude ver en mí algo que no había buscado en un instante entre oscuridad y movimiento. Hoy, un año después de ese primer clic, 50 kilos más ligero y con tantas endorfinas como para llenar un estadio, aún lloro y siento la piel erizarse por cada día, cada pedaleada, las veces que lo he hecho bien y las veces que lo he hecho terrible. Así, vuelta tras vuelta, entre tap-backs y montañas: me encontré y me recuperé a mí mismo.

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“Cuando Síclo cambió mi destino”

Julen Asnoleaga

Venía saliendo de una situación difícil, en septiembre del 2016 falleció mi papá. Teníamos problemas económicos graves y para poder empezar a pagarme mis cosas empecé a trabajar de ayudante de mesero; tres meses después, por suerte, una de las mesas que me toca atender era la de la COO de Síclo, me dijo que me quería en su equipo y sin yo conocer nada, ese mismo día en la noche tuve una llamada con ella. Sin darme mucha explicación, dije que Sí a todo. Me cambió la vida por completo, ya que gracias a todos los turnos que trabajaba como staff de Síclo me pude empezar a pagar mi carrera. Posteriormente en Síclo, conocí a una persona que me dio un trabajo donde me pagaron casi toda la carrera. Síclo cambió mi vida y mi manera de ver la vida por completo pero lo más importante me enseñó a disfrutar cada momento.

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“Descubriendo mi autenticidad”

Anónimo

Síclo representa para mi una VICTORIA DIARIA, un alivio para los días en donde crees que la vida te supera, una fuerza que me empuja en días donde creo que el cuerpo solo me da para irme a refugiar a casa. Síclo me ha ayudado a quitarme etiquetas que creía que tenía. "La bici no es para mi" "No es mi tipo de ejercicio" "Es fácil que te lesiones". Síclo representa mis batallas ganadas, mis miedos vencidos, mi AUTENTICIDAD. Me recuerda que todo es posible, y que a pesar de tu entorno, siempre puedes dar lo mejor de ti, o por lo menos, intentar verlo en ese espejo en el salón. Que te puedes proyectar, inspirar y crecer a través de otros. Que puedes esforzarte mientras cantas a todo volumen, que hay veces que con la luz apagada es cuando con más claridad puedes ver, que tu cuerpo goza cuando tu mente lo permite. Síclo para mí es ser valiente, es ser relajada, es ser divertida, es ser fuerte. Es ser yo.

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“Antes de partir”

Natalia Gálvez

Mi historia con Síclo comienza hace unos cuatro años, pero nuestra conexión empezó hace unos meses. Después de cinco años en una relación amorosa complicada, me tocó volver a aprender a estar conmigo misma, encontrarme, conocerme y es ahí cuando Síclo llegó a mi vida para quedarse. El año 2022 fue de muchas despedidas, desafortunadamente falleció mi abuela y meses después falleció un gran amigo que había sido mi fuerte y mi compañía durante toda esta reconstrucción de Natalia, yo nunca había vivido una pérdida y sin duda te cambia la perspectiva de la vida misma. Gracias a Síclo he logrado encontrar otro sentido en mi vida, llegar y saber que voy a rodar es tener ese momento en mi día que sé que me va a regenerar. Al subirme a la bici, es un sentimiento de que estoy ahí para darlo todo, para vivir, disfrutar, llorar y sobre todo lograr mis objetivos. Va más allá de hacer ejercicio, es una alegoría a poder hacer las cosas que disfruto y me impulsan antes de partir. Para mí, Síclo es vida, es disfrutar el presente y mi safe place.

“Un giro inesperado”

José de León Valdes

Mi incursión a Síclo fue un día del padre donde había una promoción donde los hijos llevaban a sus papás. ¡Mi hija me invitó! La verdad que yo no quería ir, nunca había hecho ejercicio. Soy otorrinolaringólogo y mi vida antes de Síclo era: hospital, quirófano y repeat, un sedentario total. Éramos dos doctores y un ingeniero. Salimos como arañas fumigadas. En el hospital subía las escaleras de reversa porque de frente no podía jaja. Juré no volver, pero a las dos semanas estuve ahí de nuevo acompañando a mi hija y de ahí en adelante di un brinco a la primer fila “Sícloadicción”. Llegué a hacer tres clases seguidas. Compré mi biSí en pandemia y literal ahí me la pasaba con María, Lankisch y Mariana. Actualmente he creado un gran grupo de amigos “Sícloadictos” como yo y me siento muy feliz. Síclo cambió mi vida a una mejor y saludable forma de vivir. ¡Gracias Síclo por ser parte de mi vida!

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