Pedro Almodóvar y el último adiós a la actriz Marisa Paredes: “Es como si la muerte hubiera jugado sucio”

La talentosa y querida Marisa Paredes, una de las más grandes actrices de nuestro tiempo, ha fallecido a los 78 años. Su nombre está escrito con letras doradas en la historia del cine, pero, como bien lo dijo su amigo y director Pedro Almodóvar, “es como si la muerte hubiera jugado sucio”.

Marisa no solo fue un rostro icónico del cine de Almodóvar, también fue su musa, su cómplice y su amiga. Trabajaron juntos en algunas de las películas más importantes que nos han marcado a todas: Tacones Lejanos, La Flor de mi Secreto o Todo sobre mi madre. Si eres fanática de su trabajo, sabes de lo que hablo: su presencia en pantalla era pura magia.

Ahora que nos toca decir adiós, las palabras de Pedro Almodóvar han tocado las fibras más sensibles de los corazones cinéfilos. ¡Te cuento todo lo que ha pasado!

¿Qué pasó con Marisa Paredes?

Marisa Paredes, esa mujer de mirada profunda y voz inolvidable, nos dejó este martes a los 78 años. La noticia de su partida ha conmocionado al mundo del arte y del espectáculo. Aunque aún no se han dado a conocer detalles específicos sobre las causas de su fallecimiento, su legado brilla ahora con una luz especial.

La actriz se convirtió en un referente del cine español e internacional, protagonizando algunas de las películas más emblemáticas de Pedro Almodóvar y otros grandes directores. Sus interpretaciones no solo eran memorables, sino que trascendían el tiempo. Porque sí, querida lectora, Marisa dignificaba cada papel, como lo dijo el propio Almodóvar. Cada personaje que tocaba se convertía en algo eterno.

El conmovedor adiós de Pedro Almodóvar

¿Te imaginas tener a alguien en tu vida que te inspire a crear historias tan increíbles? Pues eso era Marisa Paredes para Pedro Almodóvar: su musa y amiga. Por eso, no es sorpresa que su despedida haya sido tan emotiva. Al enterarse de la noticia, Pedro expresó a través de TVE un dolor que es imposible no sentir:

“Es como si la muerte hubiera jugado sucio y no hubiera respetado las reglas de la existencia”.

Almodóvar también destacó lo que todos sabíamos: su talento incomparable. Según él, todo lo que hacía Marisa, lo hacía “mucho más que maravillosamente”. La llamó “súper dotada” y enfatizó que, para él, dirigirla siempre fue muy sencillo porque su conexión iba más allá de lo profesional.