Mauricio Ochmann y su historia de adopción: Cómo ha sido vivir sin conocer a sus padres biológicos

Hoy en día, Mauricio Ochmann goza de una exitosa carrera artística que lo ayuda a disfrutar de ciertos placeres de la vida, como la compañía de sus dos hijas o las lujosas vacaciones que llega a darse cuando no se encuentra grabando algún proyecto. Pero, más allá de eso, guarda un pasado que no le fue sencillo de asimilar y que, por mucho tiempo, lo afectó emocionalmente.

El actor, originario de Estados Unidos, cuenta con una amplia trayectoria artística en México y es considerado como uno de los actores actuales más queridos por el público gracias a su carisma y sencillez, aunque tampoco se ha escapado de las polémicas, como la separación con Aislinn Derbez, con quien lleva una cordial y cercana relación por Kailani, fruto de su amor.

Y, si bien ha demostrado que es un padre presente, la verdad es que la infancia de Mauricio Ochmann no resultó ser algo sencillo o color de rosa, pues no conoció a sus padres biológicos, un hecho del que recientemente contó ciertos detalles.

Mauricio Ochmann narra su infancia como niño adoptado

Mauricio Ochmann acudió al conversatorio ‘La importancia sobre hablar del suicidio’ del canal Onírica Lab, espacio en el que abrió su corazón y habló con toda su sinceridad sobre su infancia, la cual describió como complicada debido a todo lo que tuvo que pasar desde su nacimiento.

El famoso nació en la ciudad de Washington en 1977 y, según su testimonio, su madre biológica lo tuvo cuando ella tenía sólo 15 años de edad, razón que la llevó a dar en adopción a su bebé. De esta manera, Ochmann llegó con sus padres adoptivos, quienes los identifica como María y Guillermo Sánchez, ambos migrantes mexicanos.

“Soy adoptado, no conozco a mis papás biológicos, nunca los conocí. Soy adoptado dos veces por parte de papá. Tuve una infancia muy violenta y una mamá adoptiva muy ausente”, comenzó a decir la estrella de televisión y cine. Luego, compartió que sus padres optaron por divorciarse y fue entonces que viajó a Querétaro junto a su mamá adoptiva.

En dicho estado, su madre conoció a quien sería su segunda pareja, Thomas Ochmann, su segundo padre adoptivo. No obstante, contó que su infancia no fue feliz y que sólo se la pasaba “sobreviviendo” a cada situación incómoda que se presentaba en su vida. “En mi momento más oscuro me di cuenta de que la vida que yo llevaba desde niño había sido una vida de estar sobreviviendo, pero no viviendo. Estaba sobreviviendo a diferentes etapas, violencia, abusos, acosos, cosas y cosas que me volví de alguna manera, luchaba, hasta que me empecé a cansar”, dijo.

Tales experiencias negativas lo llevaron a tener problemas de adicciones, pues era una manera de escape que lograba tener. “A lo largo de mi vida, caí en adicciones, pasé por momentos oscuros de los que pude salir gracias a las artes y a la terapia. Las artes son terapéuticas, y cuando las combinas con la terapia, se hace magia”, narró.

Finalmente, llegó lo que sería su salvavidas, el teatro. El actor contó que tuvo la oportunidad de subir al escenario y que eso le cambió la vida junto con terapia. “A lo largo de mi vida, caí en adicciones, pasé por momentos oscuros de los que pude salir gracias a las artes y a la terapia. Las artes son terapéuticas, y cuando las combinas con la terapia, se hace magia”, sentenció.

Actualmente goza de los resultados de su transformación y crecimiento personal junto a sus dos hijas, Lorenza Ochmann, de 20 años y a quien comparte con María José del Valle, y Kailani, de seis años, a quien tuvo con Aislinn Derbez.